Blog - marzo 10, 2025

Día de la Mujer: Ser artista en un mundo que no está diseñado para nosotras

Cada 8 de marzo, el Día Internacional de la Mujer nos recuerda lo mucho que hemos avanzado y todo lo que aún falta por cambiar. Para cualquier mujer, este día es una mezcla de emociones: orgullo, rabia, cansancio, determinación. Pero cuando además eres artista, la conversación se vuelve aún más compleja. Ser mujer en la música, y en las artes en general, es un desafío constante. No solo enfrentamos las mismas desigualdades estructurales que en otros ámbitos, sino que además nos movemos en un espacio donde las reglas han sido escritas históricamente por y para los hombres. Las oportunidades no son las mismas, la visibilidad es menor y las expectativas son distintas. Nos piden ser impecables, innovadoras, pero sin ser demasiado disruptivas; talentosas, pero sin opacar; trabajadoras, pero sin que se note demasiado el esfuerzo. La historia de la música está llena de mujeres increíbles cuyas contribuciones han sido invisibilizadas o minimizadas. Desde compositoras clásicas que tuvieron que publicar bajo seudónimos masculinos hasta intérpretes de jazz a las que no se les permitía tocar en ciertas bandas, la narrativa de la música ha sido contada desde una perspectiva que nos ha dejado fuera una y otra vez. Y aunque hoy tenemos más espacio y voz que antes, la lucha sigue. Ser mujer y artista es, en muchos sentidos, un acto de resistencia. Es elegir contar nuestras historias aunque nos digan que no son relevantes. Es abrir camino para que las generaciones que vienen después no tengan que justificar su lugar. Es crear desde nuestra experiencia sin pedir permiso ni perdón. Este 8 de marzo, más allá de los discursos institucionales y los gestos simbólicos, lo que necesitamos es un cambio real. Queremos más mujeres en festivales, en las tarimas, en las listas de reproducción, en los estudios de grabación, en la toma de decisiones. Queremos una industria que nos escuche, nos valore y nos respete.